24 ene 2010

El camino

Sí. Estaréis hartos de oír que la vida es un camino de piedras en el que no te puedes detener con cada piedra preciosa que veas o algún obstáculo que te encuentres. Es cierto, pero a veces no es tan fácil no parar. A veces las piedras preciosas nos atraen con tanta fuerza que se podría decir que son hechiceras del alma.

Dicho camino tiene muchísimas bifurcaciones, tiene miles de desvíos, carreteras secundarias o incluso autopistas que te llevan a lo más alto de forma fácil, pero insegura. Hay veces que cuando se presenta un obstáculo uno coge la opción más fácil, pero no os alegréis por ello cuando veáis que todo le va bien, al contrario, preocuparos porque esa persona se ha equivocado. Ya estoy harto de coger el camino fácil, el olvidarlo todo y pensar que ya se arreglarán las cosas. Ya me he confundido de camino muchas veces, pero como dice el anuncio: una y no más.

Parece increible que una relación de amistad tenga que acabar con lágrimas, un abrazo y un adiós. ¿Es un final feliz? Puf... el tiempo lo dirá. Porque sí señores, hay veces que el tiempo cura las heridas y las mías son bastante profundas. ¡Y cómo escuecen las heridas cuando no tienes el ungüento necesario! Pero como se dice en Cádiz (sí, hoy estoy con los ejemplos fáciles): Esto es Cádiz y aquí hay que mamar.

Tomé el camino fácil y me encontré con un callejón sin salida que me golpeo en la cara. Ahora debo levantar, volver y tomar la carretera secundaria... ya veremos qué me depara el camino.

Que todo esto no sea más que un mal sueño por favor...

Te quiero, a mi manera, pero te quiero. Nunca lo olvides.

2 comentarios:

  1. El Gnomo de Amelie25 de enero de 2010, 2:05

    El problema, j0s3m4, es que todos los caminos llegan a Roma, pero pasan por su casa...?

    El puto Ser Humano es el único capaz de tropezar mil veces en la misma piedra y coger mil veces por el camni inconveniente, pese a saber que es eso, inconveniente.

    Me inspiras confiazas, me transmites tranquilidad y bondad, mucha bondad. Tienes la mirada limpia, y como tal, te mereces tener una vida tranquila y sonreir, ya te lo dije ayer...Sonríe libremente.
    Confío en que el camino que cojas te lleve al fin a Roma, o a alguna cafetería escondida de algún barrio famoso de París ;)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar