22 nov 2011

Todas las historias comienzan igual...

...nada nuevo bajo el cielo.

Tenía pendiente esta entrada. Y ya va siendo hora de escribirla.

Puede que el sábado pasado, el día 19/11/11 fuera el día más importante de mi vida artística. Me he subido muchas veces a un escenario, he cantado en directo otras tantas pero ese día, fue muy importante.

A finales del año pasado, estando con Amitea, descubrimos un musical maravilloso: Romeo y Julieta. Empezábamos con nuevas iniciativas, nuevos proyectos, nuevas ganas de hacer teatro y aquella podría ser nuestra gran obra a largo plazo. Me tocó un personaje principal y no veía otra cosa que no fuera aquel musical y aquel personaje. Estaba enganchado. Pasaba el año 2.011 entre altibajos pero aquel lugar al que me transportaba cada canción me animaba a seguir luchando por todo.

El resto de la historia hasta septiembre... ya la conocéis.

Entré en el actual grupo: Starlight. Ya sabía que ellos hacían Romeo y Julieta también y aunque no fuera a ser Romeo, sabía que me ilusionaría ser... una pared mismo jaja, solo por estar sobre el escenario haciéndola. Pero ahí no queda todo. Llega a mis oidos la noticia de que me dan un pequeño gran papel ante una baja: el conde Paris. ¡DIOS 2 CANCIONES! Sí, es cierto, son 2 canciones cortas, 2 canciones que al final no importan tanto, pero eran 2 canciones que tenía que defender en menos de un mes. Comenzaron mis nervios, mis agobios, pero a la vez mis ganas y mi ilusión de cantar en directo en un musical.

No podía creerlo, estaba y aun estoy, en una nube. Pero es que ya el papel no importaba, importaba la gente que me apoyaba ante todo, la que me ha enseñado más cosas en este poquito tiempo que todo lo que he aprendido en mi vida. Me he sentido querido, me he sentido aceptado ante mis limitaciones (artísticas/vocales xD) y me he sentido uno más que es lo que me importa. Como he dicho, el papel no importaba ya. Y no me cansaré de repetirlo: gracias, gracias a todo el que me haya apoyado aunque sea solo un poquito, una observación, una aclaración, una crítica, un ánimo, lo que sea. GRACIAS.

Iba a disfrutar la obra, la iba a disfrutar pasase lo que pasase...

Comenzaba Verona. No sabía si me saldría el baile, si la cagaría, si la letra se me olvidaría... estaba super nervioso. Pasó todo bien, me encantó mi pelea con Nieves. Bueno, cambio de vestuario, Conde Paris:

Cambiar el chip en pocas escenas, coger el ramo de flores, pedirle a Susana (1.000 gracias) que me dijera exactamente por qué bambalina/pata (esto me ha marcao jajajaja) salía, respirar profundamente, ver cómo acaba la escena anterior, mirar al suelo, sentir cada uno de los latidos de mi aceleradísimo corazón, recordar la letra de manera express, mirar al frente, ver a Dani y a Susana preparados y guapísimos, mano atrás, puño cerrado, las flores... en qué mano me las pongo, ah sí, en esta, tranquilo, todo va a salir bien, comienza la música, más nervios, ni Dani ni Susana salen, ¿aún no? yo salgo ya, venga, paso tranquilo, altivo, Madame Capuleto, siempre tan hermosa, flores para Juliette.

Y ya...

...fluir. Solo eso, fluir. Recordaba las respiraciones de Carmen, tranquilo, coge aire, escucha la música. Pero fluir, sobretodo eso, estaba flipando, cantaba y todo iba bien, un pequeño traspiés en el baile pero nada. No controlaba mis gestos, solo quería sonreir porque estaba feliz, pero esta vez, tenía que aguantar. Pensaba también en Lope y en Raquel, ¿lo estaré haciendo bien? ¿les gustará? Miraba a Juliette (guapísima, ¡cómo no! :P). Pensaba en Marina, Inés, Aly, Esther y Rubén, ¿les estará gustando? Sé que estaba mal pensar todo eso en escena, tenía que estar centrado, pero no lo controlaba.

Dan para tanto 2 minutos...

Terminó, me cogieron el culo... bastante bien por cierto :P, y a seguir. El baile... bueno, mejor no hablemos jaja. Turno para El Poeta. Mi canción más temida. Si estaba nervioso en la de antes en esta ni os cuento. Aunque imaginaba cuál era, le pregunté a Edu por mi marca. Estaba preparado antes de la mitad de la escena anterior. Natalia y Laura miedosas y casi gritándome me dijeron: ¡pero aun no sales! Les dije que me conocía la obra medio riéndome y ya nos empezamos a reir, yo al menos, para liberar nervios.

El foco iluminó mi marca, sabía que tenía que salir. Respiré dos veces y di el primer paso al frente. Me coloqué en mi sitio, en mi lugar mirando al suelo. Dos segundos más tarde miré al público, casi 100 miradas puestas en mi figura, les hice esperar, me tomé mi tiempo, me sabía el texto porque lo había repetido hasta la saciedad, solo recordaba de nuevo a Lope diciéndome: ¡no corras! Dije el texto con calma, comenzó la música, sabía que tenía que ponerme la capucha y así lo hice, no sé cómo quedó, es enorme, pero me daba igual. Ahora recordaba de nuevo a Carmen, respira, lanza la nota alta y ahora cuéntaselo al público, baja, tranquilo, respira, lanza la nota alta (me sale un gallito) y respira, cuéntaselo al público... Juliette empieza a cantar, continúa la escena y entonces aparece Romeo, salgo corriendo cabreado. Y no sé porqué, pero solo recordaba el gallito que me había salido, lo mal que lo había hecho. De nuevo Natalia y Laura (otras 1.000 gracias, chicas) me tranquilizaron, me dijeron que lo había hecho muy bien, que nadie había notado nada, que era la primera vez, etc.

Tenían razón... supongo jejejeje.

El resto de la obra, fue genial, ya me tranquilicé un poco y me limité a disfrutarla más. A pegarme, a llorar, a sufrir y a odiar a los Montesco. Pero sobretodo a disfrutarla del todo, que era para lo que había ido.

¡Y la noche... la censuro, porque los presentes sabemos todas las locuras que en aquella increible casa ocurrieron... jajajajaja! Solo diré una cosa: ¡¡viva el mojito de Raky y el Fénix!! Os dejo con unas fotillos... (cámara de Natalia Llorente).




















1 comentario:

  1. A ti ya no te me quitan de pareja enemiga, qué bien lo pasemos cuando nos entró la risa en mitad de la primera pelea xDDD ¡Un gustazo este sábado, sí señor! ¡Y más haberlo compartido contigo!

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